Aventura editorial en Metaediciones...

Para Metaediciones editar una obra literaria es una aventura exigente. Significa progresar desde la concepción mental de la obra hasta llegar a la sutil forma de la estética palpable que se hace visible como trabajo e inspiración. El aspecto inspirado va desde el impulso creativo hasta lo que puede ser examinado a través de los distintos modos de la percepción sensible e inteligible. Metaediciones impulsa el desarrollo de la escritura y su puesta en escena como obra publicada en términos de sensibilidad y arte. Así mismo, propone moldear otras formas vivas del pensamiento tratadas bajo la modalidad de ciencia o religión para que sean públicas y se cristalicen sus máximas. Metaediciones busca dejar un registro de las ilusiones humanas. Devenir desde de la hoja en blanco, a través de distintos rumbos, para situarse en los diversos planos de la narrativa, la poesía y el ensayo, conservando siempre una creciente libertad expresiva.

viernes, 30 de enero de 2009

El manuscrito y sus oportunidades

De ser aceptado, para el proceso de publicación, es conveniente tener en cuenta que una primera lectura es solo eso, una primera lectura. Es importante efectuar una revisión más detallada del manuscrito. La producción editorial, propiamente dicha, es apenas una consecuencia de este segundo momento y es concebible con todo tipo de corrección e iniciación de la creación de la obra en términos editoriales. Lo formal indica que es imprescindible ajustar términos y condiciones contractuales, legales y generales de información y hacer los correspondientes pagos.

Si ha sido rechazo, lo más probable es que se puedan hacer correcciones y de nuevo proponer su edición. De no ser aceptado, la copia del manuscrito que se presentó será destruida como política de protección del trabajo literario del autor. Sin embargo, es evidente que a veces es necesario hacer reconsideraciones sobre la marcha, por lo que al autor se le harán las recomendaciones del caso para mejorar su texto. También en literatura la apreciación de la ingeniería, como creación en movimiento, es válida. Nada es tan fatal que merezca el rechazo absoluto.